domingo, 24 de noviembre de 2013

LA IMPLICACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LA VIDA DE LOS CENTROS EDUCATIVOS


   Las familias, junto con la escuela,  juegan un papel fundamental en la educación y socialización de los jóvenes. La sociedad está cambiando y ambos han de adaptarse a los nuevos tiempos para dar respuesta a las necesidades que niños y adolescentes plantean. Sin embargo, esta respuesta no será del todo completa sin una coordinación y colaboración satisfactoria en la que se puedan detectar y solucionar posibles carencias educacionales en cualquier ámbito.

   Es necesario que las familias formen parte de los problemas que pueden tener sus hijos y también de las soluciones que se planteen a los mismos. En este sentido se precisan mecanismos en los que familias y centros educativos se relacionen, participen y colaboren.

   Existen numerosas formas de iniciar y después consolidar el contacto y comunicación entre las familias y los centros educativos. Podemos enumerar algunas de ellas, como por ejemplo, iniciando actividades de formación destinadas a familias y profesorado de forma compartida (por ejemplo, cursos sobre TDAH, tema del que tan poca información tenemos). Aunque mi experiencia me dice que a veces no tienen el éxito de afluencia deseado (debido muchas veces al horario de las mismas y los compromisos laborales de los padres), también es cierto que últimamente se aprecia una preocupación creciente de los padres por temas relacionados con la educación y socialización de sus hijos. También son importantes los tutores en este sentido, compartiendo recursos y criterios con las familias en las horas de tutoría e informándolas sobre aspectos que sus hijos deberían trabajar más en casa y cómo ellos les podrían ayudar. También son importantes los departamentos de orientación mediante el ofrecimiento de charlas con temas cercanos o entrevistas individualizadas, donde se traten problemas en los que ellos puedan ofrecerse y ayudar con asesoramiento psicopedagógico.

   Es importante también que los padres participen en el Proyecto Educativo de Centro, por ejemplo, mediante la comisión de convivencia o comisiones similares o en los posibles temas que se traten en el consejo escolar y que requieran de planificación u organización. Asímismo, a veces los padres pueden participar en actividades extraescolares realizadas en los centros. Por ejemplo, en mi instituto, los padres participan en una jornada de convivencia mediante la realización de talleres que imparten a los propios alumnos del centro y que tiene bastante éxito.

   Ante situaciones en las que el centro tenga que posicionarse ante temas de diversa índole, también es importante incorporar a las familias en el debate para que muestren su opinión sobre el tema. En mi centro, por ejemplo, a la respuesta de cómo afrontar el problema de los móviles en clase y cómo actuar ante el mismo, se sumaron las familias para que la decisión fuera compartida y todos nos hiciéramos responsables ante la misma.

   En relación con el tema del TDAH que es el que nos ocupa, es importante implicar, bajo diferentes ámbitos, a las familias que tienen hijos con este síndrome. Por ejemplo, desde el centro educativo, se pueden aprovechar las entrevistas para establecer objetivos conjuntos entre padres y profesores. Se debe hacer ver a los padres que revisen las agendas de sus hijos para controlar las tareas y las posibles notas informativas que quisieran hacer llegar los profesores. Para controlar la conducta, sería conveniente una buena coordinación con la escuela para ser coherentes, estableciendo pautas claras, comprensibles y precisas en las normas y en la realización de actividades, con refuerzo positivo más que castigo donde se fomente un ambiente relajado y libre de estrés. En relación con las tareas de casa, los padres deberían controlar y gestionar el horario de estudio de sus hijos de manera que se fuera haciendo estable en el tiempo, con divisiones de tareas si es preciso para establecer plazos realistas en la realización. Es importante que los padres se impliquen también en el fomento de la autoestima y relaciones sociales, cuidando los mensajes que el hijo pueda escuchar, ayudándole a distinguir sus emociones,  proporcionarle actividades en las que tenga éxito y disfrute y dejándole participar en actividades de socialización junto con amigos o compañeros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario